C贸mo el cambio clim谩tico est谩 hundiendo a las aves marinas

En los oc茅anos en calentamiento, las cadenas alimenticias de las aves marinas se dirigen directamente hacia el fondo.

A lo lejos, en el centro del cobalto del Pac铆fico, a cientos de millas del pr贸ximo atol贸n, tan lejos de un continente como es posible, la Isla de Laysan parece ser el amanecer del mundo, un lugar que ni usted ni yo estamos destinados a ver. El atol贸n mide aproximadamente dos por tres millas; se puede caminar en su totalidad en un par de horas y, a medida que lo hace, usted encontrar谩 millones de charranes sombr铆os chillando y arremolin谩ndose por encima de uno como un tornado vivo. Se puede o铆r, oler y sentir el calor de la vida en todo su esplendor. 

 

Peque帽a y remota, Laysan es una mancha en una peque帽a y remota cadena. Las Islas Haw谩i del Noroeste, con menos del 0.1 por ciento de la superficie terrestre del estado, proporcionan 谩reas de reproducci贸n para el 90 por ciento de sus aves marinas, alrededor de 6 millones de ellas, lo que representa unas veinte especies. Adem谩s de los charranes, hay fregatas, ti帽osas, rabijuncos y petreles de Bonin, sin mencionar las 600,000 parejas reproductoras de albatros de Laysan y las 60,000 parejas de albatros de patas negras, pr谩cticamente la totalidad de las poblaciones mundiales.

La altitud media de estas islas es de cinco pies y medio. Para muchas de las aves, estas plataformas bajas son lo 煤nico que les queda. Las tierras altas de la regi贸n, simplemente llamada Haw谩i, ya est谩n tomadas, tal como las islas elevadas en todo el Pac铆fico tropical y templado. Son demasiado boscosas o est谩n demasiado pobladas, demasiado llenas de pi帽as y nueces de macadamia, perros y mangostas, y de los primates que los trajeron. Las islas de baja altitud ya est谩n sintiendo la subida de la marea; lo que es m谩s, las personas est谩n empezando a huir de las m谩s bajas de ellas, lo que plantea una amenaza para la misma existencia de algunas naciones del Pac铆fico.

Para m铆, Laysan era a la vez el final y el comienzo de una b煤squeda de toda la vida. Cuando era un ni帽o con una bicicleta y una ca帽a de pescar, examinaba los cercanos horizontes de las playas locales de Long Island en busca de indicios de charranes que me condujeran a las anjovas, las lubinas rayadas o las pescadillas, las cuales arrastraba, agit谩ndose, hasta la orilla rocosa o sobre mi peque帽o bote de 12 pies. Amaba tanto a los charranes que los segu铆, no solo en busca de muchas comidas frescas sino de un doctorado, una realizaci贸n de cambios profundos en el mar, una carrera y relaciones personales con algunos de los atletas m谩s extremos, de los mares m谩s remotos del mundo y las tierras m谩s lejanas. Le debemos mucho a las aves marinas. Para m铆, es personal. Y en vista del cambio clim谩tico, Laysan me ayud贸 a proporcionar un sentido global de c贸mo estamos devolvi茅ndoles el favor: al paso que vamos, si no las ahogamos, vamos a matarlas de hambre.

 

Los cient铆ficos predicen hasta tres pies de elevaci贸n del nivel del mar, durante este siglo. Despu茅s de eso, el deshielo de los glaciares elevar谩 cada vez m谩s el nivel de los oc茅anos. En la misma cantidad de a帽os que han pasado desde que los peregrinos desembarcaron en Massachusetts, el nivel del mar es probable que se eleve unos 10 pies. Pero las tormentas y la intrusi贸n de las olas comenzar谩n a erosionar las islas mucho antes de que est茅n completamente sumergidas. Adem谩s, las playas continentales, donde se alimentan las aves playeras migratorias, como charranes y gaviotas, y donde anidan las tortugas marinas, ser谩n cada vez m谩s erosionadas, comprimidas entre el agua y los edificios y las carreteras.

 

Otros efectos del cambio clim谩tico sobre las aves marinas ser谩n menos evidentes. Incluso los peque帽os cambios en la temperatura o la qu铆mica o la salinidad pueden tener efectos en cascada. El calentamiento est谩 reduciendo la cantidad b谩sica de alimentos producidos por los oc茅anos. Tambi茅n est谩 cambiando las proporciones de lo que vive en el mar: la proporci贸n de sardinas a anchoas, por ejemplo.

 

El mismo di贸xido de carbono que est谩 calentando el planeta est谩 haciendo los oc茅anos m谩s 谩cidos, creando condiciones desfavorables para los animales planct贸nicos, corales y moluscos, afectando a煤n m谩s la cadena alimentaria, al beneficiar a las medusas. El resultado es lo que el ecologista marino Jeremy Jackson denomina "el aumento de la baba". Si eso suena ominoso, lo es.

 

Para las muchas aves marinas que tienen una alimentaci贸n especial, la adaptaci贸n a los nuevos climas puede ser demasiado lenta y dif铆cil. En general, los mares m谩s fr铆os son m谩s productivos. Los vientos fr铆os mezclan el la parte superior del oc茅ano, manteniendo m谩s nutrientes en la luz del sol, donde el plancton puede utilizarlos para crecer y reproducirse. El agua m谩s fr铆a tambi茅n tiene m谩s ox铆geno. As铆 que cuando el agua se calienta, la productividad disminuye. Los resultados pueden ser catastr贸ficos. Las aves adultas no pueden reproducirse, abandonan sus nidos, o peor. Colonias enteras pueden pasar hambre y morir.

 

 

En algunas partes del Oc茅ano Austral, los cambios de temperatura y las condiciones del hielo parecen ser responsables de reducir a la mitad el n煤mero de cr铆as del ping眉ino emperador en Tierra Adelia, durante una extensi贸n de agua c谩lida y una mala producci贸n de krill. El fulmar austral omite la reproducci贸n por completo, en a帽os m谩s c谩lidos. Al parecer, estamos camino a m谩s a帽os de mayor temperatura.

 

En el Atl谩ntico Norte, una especie de cop茅podo rico en aceite, el finmarchicus calanus, que tiene el tama帽o aproximado de un grano de arroz, es alimento de todas las especies, desde los lanzones del tama帽o de un l谩piz hasta las ballenas francas. Ellos forman enjambres densos, en ciertos lugares y en determinados momentos. Piense en ellos metaf贸ricamente como cuencos gigantescos de arroz en el mar, y no estar铆a muy lejos. Los lanzones, arenques y caballas que se alimentan de dichos cop茅podos son a su vez desayuno, almuerzo y cena de charranes, frailecillos, pardelas, y alcatraces. La abundancia y productividad de los cop茅podos disminuye cuando el agua de mar se calienta o, como cuando se derrite el hielo del mar, los oc茅anos pierden salinidad.

 

A menudo, el momento lo es todo. En el mar de Bering, la primera floraci贸n de plancton del a帽o impulsa toda la cadena alimentaria marina. Este, llamado fitoplancton, pone en funcionamiento la primera cadena en la red alimentaria anual, y utiliza la fotos铆ntesis para convertir la luz solar en alimento suficiente para todo lo que seguir谩. Pero mucho depende de en qu茅 momento exactamente tenga lugar esa primera proliferaci贸n masiva de plancton. Y eso depende en gran medida del momento en que se derrite el hielo marino del invierno. En condiciones de fr铆o, se derrite entre abril y mayo. En esa 茅poca del a帽o, la luz del sol es lo suficientemente fuerte como para impulsar la proliferaci贸n de fitoplancton, pero las temperaturas siguen siendo demasiado fr铆as como para soportar un brote de "zooplancton", este peque帽o animal del cual se alimenta el fitoplancton. As铆 que el fitoplancton sin alimento se desplaza hasta el fondo del mar, para convertirse en alimento para los anf铆podos y almejas, de los cuales se alimentan las aves marinas que bucean, como el eider de anteojos, y los mam铆feros como las morsas y las ballenas grises. En condiciones m谩s c谩lidas, el hielo se derrite cuando los d铆as son demasiado cortos para provocar la floraci贸n. Para el momento en que hay suficiente luz, el agua se ha calentado lo suficiente para el zooplancton y los peces larvales. El zooplancton y los peces se alimentan y transportan el fitoplancton antes de que llegue al fondo del mar. Resultado: La abundancia de mariscos en los cuales se basa el eider de anteojos ha disminuido.  

 

Mientras tanto, la normalmente fr铆a Corriente de California en la Costa Oeste es uno de los sistemas oce谩nicos m谩s productivos del mundo, el cual sostiene a entre un mill贸n y dos millones de aves marinas de unas treinta especies en un inmenso sistema de agua en movimiento que se extiende desde la Columbia Brit谩nica hasta Baja California. A lo largo de toda la costa, los recientes aumentos en la temperatura del mar han causado un decrecimiento en la densidad de plancton. Los investigadores informan de importantes descensos en el n煤mero de pardelas sombr铆as que antes habitaban este vasto corredor de agua. Los buzos de aguas fr铆as como las  y los  parecen estar retir谩ndose de las cada vez m谩s c谩lidas aguas del sur de California. "Ahora es evidente", escriben los investigadores de BirdLife International, "que incluso los modestos aumentos de temperatura pueden tener un profundo impacto en los ecosistemas marinos".

 

 

Del otro lado del mundo, la ti帽osa picofina y la ti帽osa com煤n, el charr谩n sombr铆o y la paradela del Pac铆fico est谩n anidando m谩s tarde, y tienen menos 茅xito en la crianza de los polluelos, en coincidencia con temperaturas de la superficie del mar m谩s c谩lidas. Esto es m谩s evidente durante los c谩lidos y calmos a帽os de El Ni帽o. Pero la reproducci贸n pobre es cada vez m谩s frecuente en los 煤ltimos a帽os, incluso sin El Ni帽o.

No todas son malas noticias. Algunas aves marinas se est谩n adaptando. El 茅xito de la reproducci贸n de las aves marinas en el Mar del Norte parece estar persistiendo, a pesar de que los lazones ahora crecen m谩s lento de lo que lo hac铆an antes. Del mismo modo, en una isla a 40 millas del borde de la Corriente de Tsushima en el Mar de Jap贸n, los tiempos y el 茅xito de la reproducci贸n entre 1984 y 2009 parecen haberse mantenido estables, incluso a medida que el calentamiento aceleraba la velocidad de la corriente local y la presa predominante cambiaba de sardinas a anchoas. Hasta ahora, todo est谩 bien.

 

Pero incluso los peque帽os cambios pueden alterar el sistema. En la d茅cada de 1980,, en el 脕rtico canadiense, se alimentaban principalmente del peque帽o bacalao 谩rtico. Ahora, a medida que se derrite el hielo en la zona inferior del 脕rtico, la cantidad de dicho bacalao est谩 disminuyendo, mientras que el capel谩n sub谩rtico, de menos calor铆as, se est谩 moviendo hacia el norte. Hoy en d铆a, las aves llevan m谩s capel谩n a sus polluelos. En el vasto Oc茅ano 脕rtico cerca de Nunavut, Canad谩, los investigadores observaron que los  siguen emplumando la misma cantidad de polluelos, esa es la buena noticia, pero los investigadores se帽alan que con el tiempo se podr铆a cruzar un umbral cr铆tico de disponibilidad de alimentos.

 

En el Pac铆fico tropical, donde 10 millones a 12 millones de aves, que representan treinta especies, se reproducen en terrenos de los Estados Unidos solamente, es probable que el cambio clim谩tico presente un desaf铆o para las aves marinas en todas las formas mencionadas, con un giro adicional. Muchas aves marinas que bucean para alimentarse, como los piqueros y charranes, dependen por completo de los depredadores acu谩ticos como los atunes para conducir a los peces y calamares hacia la superficie. Y los rederos de atunes cuentan con esas bandadas de aves marinas para conocer la ubicaci贸n de estos. Desde cazuelas hasta rollos de sushi, muchos atunes capturados una vez nadaron en mar abierto debajo de las aves marinas a cientos de millas de la tierra, aves y peces cazando por igual en sus respectivos lados de la vasta superficie del mar. Hace mucho que vengo diciendo que la sobrepesca ha privado a muchas aves de alimento al agotar los atunes cuyos frenes铆es en la superficie condujeron, durante millones de a帽os, los banquetes de aves marinas del mundo de baja latitud. Ahora parece que es probable que el cambio clim谩tico agrave el problema con la reducci贸n de la abundancia de los peces peque帽os de los cuales se alimentan los atunes, lo que reduce las posibilidades de supervivencia del at煤n, y agota a煤n m谩s las cantidades de at煤n, incluso antes de que las redes toquen agua.

 

Desde Long Island a Laysan, a menudo me he sentido en casa en las islas bajas, rodeado del canto de las aves marinas. Cada vez m谩s, sin embargo, el amanecer del mundo parece estar envejeciendo hacia perspectivas m谩s duras. La inundaci贸n o el hambre, que no dejan mucha elecci贸n. Y mientras reviso las tendencias a mediano y largo plazo, me encuentro terminando muchas predicciones con esta nota de esperanza desesperada: espero estar equivocado. Espero que siempre existan las aves extremas, inspiradoras y de alto rendimiento que me acompa帽aron desde las playas de mi infancia hasta vastas extensiones azules del mundo e islas despobladas. Incluso un viaje largo y bueno puede terminar demasiado pronto.

 

Carl Safina es el autor de seis libros y numerosos art铆culos sobre la relaci贸n humana con la naturaleza, especialmente con el mar.

 

贵辞迟辞驳谤补蹿铆补 superior: las interrupciones en la 茅poca de floraci贸n estacional del fitoplancton, que se muestran en azul y verde en esta fotograf铆a a茅rea tomada en el Mar de Barents, pueden afectar de manera dr谩stica la disponibilidad de alimento para las aves marinas.