La p谩gina que intenta visitar s贸lo est谩 disponible en ingl茅s. 隆Disculpa!
The page you are about to visit is currently only available in English. Sorry!
Una ma帽ana a finales de primavera, , una ecotoxic贸loga de vida silvestre de la Universidad de Saskatchewan, condujo su camioneta llena de lodo a trav茅s de un mar ondulante de campos cultivados, dos horas al norte de Saskatoon. De vez en cuando, la tierra se elevaba para formar colinas verdes bajas y el sonido de las hojas de 谩lamo entre lodazales de hierbas altas flotaba por las ventanas abiertas. Desde all铆 hasta el horizonte, estanques superficiales conocidos como "depresiones", salpicaban el paisaje, cada uno lleno de patos y rodeado de totoras y espada帽as.
Despu茅s de inspeccionar un mapa trazado por un estudiante, Morrissey estacion贸 al costado del camino de gravilla, tom贸 una peque帽a bolsa de algod贸n y se acerc贸 lentamente a una caja de madera clavada en un poste de cerca. Como un gato al ataque, coloc贸 la bolsa sobre el agujero redondo de la entrada y luego abri贸 la puerta lateral de la caja con cuidado. Mientras miraba hacia otro lado, busc贸 con su mano adentro de la caja. "La tengo", dijo, y sac贸 una brillante golondrina bicolor y la coloc贸 suavemente dentro de la bolsa. "El 50 por ciento del tiempo no puedo atrapar a la hembra sobre sus huevos".
De vuelta en su camioneta, Morrissey ley贸 la peque帽a banda plateada en la pata de la golondrina, luego la midi贸 y la pes贸 con cuidado. Los datos, junto con los de casi quinientas aves, le ayudar谩n a comparar la salud de las golondrinas que viven cerca de granjas de escala pr谩cticamente industrial con las de aquellas que viven en las zonas de pastizales. Durante las pr贸ximas semanas, tambi茅n recolectar谩 muestras de sangre y plumas de cr铆as de 12 d铆as de edad para evaluar su nivel de estr茅s y la calidad y composici贸n de su dieta.
Hace un siglo, los campos sobre los que estas aves bajaban en picada y se sumerg铆an formaban parte del mayor pastizal del planeta, con una extensi贸n de 714.000 kil贸metros cuadrados desde Iowa hasta Alberta. Hoy en d铆a, las oleaginosas y los cereales cubren gran parte del sur de Saskatchewan. Las depresiones de la pradera a煤n albergan a casi doscientas especies de patos, aves cantoras y aves costeras, pero m谩s de la mitad de estas especies est谩 disminuyendo con rapidez y solo queda el 30 por ciento de los humedales originales de la regi贸n.
"Todo es colza", dice Morrissey, y se帽ala en tres direcciones mientras conduce a la pr贸xima caja nido. "Y tratan toda la colza con neonicotinoides". Los "neonics", como se los conoce, son pesticidas qu铆micamente relacionados con la nicotina que act煤an como potentes neurotoxinas contra los insectos. Aunque est谩n destinados a las plagas, se ha demostrado que los neonics afectan tambi茅n a los insectos polinizadores; se los ha vinculado con el , que devast贸 el 44 por ciento de las colmenas de los apicultores de los Estados Unidos entre 2015 y 2016. Ahora, despu茅s de cinco a帽os de investigaci贸n intensa, Morrissey sospecha que los neonics pueden afectar una red alimenticia mucho m谩s amplia y complicada, una que empieza en el fondo de los estanques, enreda a los insectos acu谩ticos y atrapa a sus consumidores finales: las aves de los pastizales.
Generalmente utilizados como revestimiento para semillas de colores brillantes, los neonics, dise帽ados para reemplazar a los pesticidas hace dos d茅cadas, pueden parecer m谩s inocuos que sus antecesores. Ciertamente es m谩s f谩cil trabajar con ellos: los agricultores simplemente siembran las semillas y luego esperan hasta que el pesticida se incorpora, con el tiempo, en las ra铆ces, los tallos, las hojas y el polen de la planta. Las plagas se alimentan de cualquiera de estas partes, su sistema nervioso enloquece y luego caen muertas. Debido a que las plantas presentan neonics en todas las etapas de crecimiento, los agricultores pueden evitar uno o m谩s viajes para esparcir pesticida sobre sus campos, lo que les permite ahorrar combustible y reducir el volumen de qu铆micos utilizados.
Incluso aunque la cantidad de pesticidas aplicados a las tierras del cultivo de Am茅rica del Norte ha disminuido en los 煤ltimos a帽os 955 millones de libras en 1997 a 789 millones de libras en 2012 (la 煤ltima informaci贸n disponible), el uso de neonics ha seguido aumentando. Considerados como un seguro barato para semillas costosas, hoy en d铆a son los pesticidas m谩s utilizados del mundo, con un valor de mercado esperado de 4.2 mil millones de d贸lares para el 2018. El ma铆z, la soja y el algod贸n tratados con neonics cubren 150 millones de acres de los Estados Unidos, aproximadamente un doceavo de la superficie de los 48 estados contiguos. En Canad谩, los neonics se utilizan en el 44 por ciento de las tierras de cultivo, incluso 21 millones de acres de colza, el segundo cultivo m谩s importante de ese pa铆s.
Pero su sistema de aplicaci贸n tiene una gran falla. "La planta absorbe solo aproximadamente el 5 por ciento del compuesto", dice Morrissey. El resto se filtra de la semilla, se acumula en el suelo por medio del derretimiento de nieve, la lluvia y la filtraci贸n de aguas subterr谩neas, llega a los estanques y humedales, donde insectos como los jejenes y las frig谩neas 鈹b谩sicos para millones de aves de los pastizales鈹 comienzan sus vidas.
Un realizado por el Relevamiento Geol贸gico de los Estados Unidos encontr贸 neonics en el 63 por ciento de las muestras de agua tomadas de 48 arroyos. En Canad谩, los investigadores detectaron al menos un tipo de neonic 鈹de los siete que est谩n en el mercado鈹 en el 91 por ciento de los humedales. A diferencia de muchos pesticidas l铆quidos, los neonics pueden persistir y acumularse en estanques durante meses, si no a帽os. En otras palabras, dice el Center for Food Safety, una organizaci贸n sin fines de lucro que promueve la agricultura sustentable, los neonics est谩n "pr谩cticamente creados a medida para contaminar el medioambiente".
Christy Morrissey creci贸 en Vancouver y so帽aba en convertirse en veterinaria: le encantaban los animales y se sent铆a en paz en la naturaleza. En la Universidad de British Columbia tom贸 clases de zoolog铆a y ecolog铆a, pero tambi茅n evalu贸 la idea de convertirse en profesora de Literatura. "No exist铆a una cultura de las ciencias entre mi familia o amigos", dice, "y no ten铆a ning煤n modelo a seguir de cient铆fica femenina en la universidad". Un d铆a, la reconocida ornit贸loga Jamie Smith la invit贸 a un viaje de campo en el Valle Okanagan. Poco despu茅s, comenz贸 a pasar sus almuerzos y sus fines de semana avistando aves, y las noches aprendiendo los cantos de las aves. "Mi mam谩 pens贸 que estaba loca", dice.
Despu茅s de graduarse con un t铆tulo en zoolog铆a, Morrissey fue voluntaria del Servicio de Vida Silvestre Canadiense para estudiar aves de rapi帽a y carbamatos, una clase de pesticida que ahora est谩 prohibida en Canad谩 y la Uni贸n Europea. Se form贸 un patr贸n de investigaci贸n: para su doctorado en la Universidad Simon Fraser, Morrissey investig贸 c贸mo los contaminantes atmosf茅ricos llegaron a las redes alimenticias de los arroyos de monta帽a y terminaron perjudicando a los Chingolos Coroniblancos; como un posdoctorado, investig贸 c贸mo el ars茅nico 鈹un tratamiento utilizado para combatir al escarabajo del pino鈹 afecta a los p谩jaros carpinteros y al 脕guila Pescadora, y c贸mo las lluvias 谩cidas afectan a los Mirlos Acu谩ticos europeos.
En 2010, Morrissey acept贸 un puesto como profesora asistente en la Universidad de Saskatchewan. Entre los primeros a los que llam贸 para pedir consejo sobre c贸mo desarrollar un programa de investigaci贸n se encontraba , en ese momento, cient铆fico investigador en jefe de Environment Canada y experto en la ecotoxicolog铆a de los pesticidas. "Estudia los neonicotinoides", le dijo sin dudar. Morrissey ni siquiera hab铆a o铆do esa palabra. Pero aprendi贸 r谩pidamente que los neonics son ubicuos; que muchos comerciantes no venden semillas que no los tengan; y que los cultivos, en muchos casos, ni siquiera sufren de las plagas espec铆ficas para las que se usan los qu铆micos. "Sab铆a que tratar cada semilla, fuera o no necesaria esa protecci贸n para el cultivo, era una mala idea", dice.
As铆 que, con un peque帽o ej茅rcito de estudiantes, Morrissey dise帽贸 un programa de investigaci贸n del tipo hidra que explora, parte por parte, c贸mo los neonics se mueven desde los campos de cultivo hasta las v铆as fluviales, c贸mo afectan a los invertebrados que viven all铆, y c贸mo estos insectos acu谩ticos 鈹su abundancia, diversidad y salud鈹 finalmente afecta las aves.
El final de la primavera es una 茅poca ocupada para los bi贸logos de campo canadienses, y la ma帽ana despu茅s del relevo de las cajas nido, Morrissey se encontr贸 con una de sus estudiantes, Erin Maloney, en las praderas de hierba del 脕rea Nacional de Vida Silvestre de St. Denis. Cuando llegaron a la cima de una peque帽a elevaci贸n, contemplaron la pieza central de las investigaciones de Maloney: una peque帽a villa de tipis amarillos y blancos que emergen de un estanque rodeado de totoras. Los 21 , as铆 se llaman, est谩n ayudando a Maloney a descubrir qu茅 efecto tienen los neonicotinoides en los insectos acu谩ticos.
Las mujeres se subieron a una canoa de aluminio y remaron hasta el centro de la depresi贸n, donde una manga de pl谩stico ancha se extend铆a desde el fondo sucio del estanque hasta un marco de un metro cuadrado que flotaba en su superficie. Por sobre el marco, una red se elevaba desde un embudo angosto que terminaba en un frasco de etanol. Diferentes mezclas de neonics se arremolinaban dentro de cada corral, junto con los insectos del estanque, tales como jejenes, zig贸pteros y mosquitos. Si sobreviv铆an su fase acu谩tica, los insectos volar铆an y morir铆an en el frasco. Maloney planeaba comparar cu谩ntos adultos emerg铆an de los corrales con neonics con aquellos de la muestra de control; tambi茅n determinar铆a si la exposici贸n al pesticida modificaba la composici贸n de la poblaci贸n.
<<隆Usted Puede Ayudar! Salve a las aves, las abejas y otra vida silvestre mediante el cultivo de plantas aut贸ctonas. Ingrese su c贸digo postal en nuestra 煤til base de datos para descubrir qu茅 plantas aut贸ctonas locales aportar谩n el alimento y refugio que los visitantes de su jard铆n necesitan.>>
En muchos otros estudios que Morrissey analiz贸 para un art铆culo en 2014, los cient铆ficos han descubierto que los neonics pueden afectar la abundancia y la supervivencia de los insectos acu谩ticos, incluso a niveles menores a los que indican actualmente las pautas de calidad de agua de los Estados Unidos. A煤n as铆, los miembros de la industria no est谩n convencidos. "No creo que Morrissey haya demostrado que los residuos de aplicaciones de campo que se encuentran en el agua provoquen una p茅rdida significativa de invertebrados acu谩ticos", dice Ray McAllister, director en jefe de pol铆ticas normativas de , que representa a los fabricantes de pesticidas. "Los niveles son muy inferiores a los que la EPA [Oficina de Protecci贸n Ambiental de Estados Unidos , por sus siglas en ingl茅s] estableci贸 como preocupantes".
Morrissey y otros investigadores consideran que las pautas de la EPA, que son 30 veces m谩s altas que las establecidas en Europa y Canad谩, est谩n desactualizadas y son muy elevadas. Una raz贸n: los fabricantes de neonics probaron los compuestos en la Dafnia, un peque帽o crust谩ceo de agua dulce com煤nmente utilizado como modelo para los estudios ecotoxicol贸gicos. Pero Morrissey ha descubierto que la Dafnia es singularmente insensible a los neonics, mientras que los jejenes 鈹los insectos m谩s comunes en las depresiones de la pradera鈹 son especialmente vulnerables. A煤n m谩s, la industria generalmente hace pruebas de exposiciones agudas a sustancias simples, pero los invertebrados acu谩ticos est谩n constantemente expuestos a niveles subagudos de compuestos m煤ltiples durante largos per铆odos de tiempo. Los investigadores tambi茅n han descubierto que, aunque algunos insectos sobreviven a los neonics, sus cr铆as no se convierten en cris谩lidas, un gran fracaso reproductivo.
Mientras se bajaba de la canoa y desprend铆a tres grandes garrapatas de sus pantalones, Morrissey explic贸 que los jejenes son una presa principal para las aves de los pastizales, al igual que los insect铆voros a茅reos como las golondrinas, los chotacabras y los vencejos. Los neonics no solo pueden reducir la cantidad de jejenes; los estudios demuestran que, en concentraciones muy bajas, tambi茅n pueden ocasionar que los adultos emerjan entre 10 y 20 d铆as antes de tiempo. Esa es una gran diferencia para un insecto cuya vida adulta dura unas pocas semanas, y es particularmente perjudicial para las aves cuya llegada, alimentaci贸n y nidificaci贸n de primavera est谩n sincronizadas con la mayor abundancia de insectos. "Una vez que las aves comienzan a reproducirse, no se pueden desplazar", dice Morrissey. "Por lo tanto, para ellas, esta zona se convierte en una trampa ecol贸gica".
Por supuesto, Morrissey a煤n necesita demostrar un v铆nculo entre la disminuci贸n de insectos y la disminuci贸n de aves. Con ese fin, su equipo est谩 midiendo la abundancia y la diversidad de los insectos cerca de los campos de cultivo, los humedales y la superficie de los estanque. Despu茅s de tres a帽os, han encontrado que la biomasa de insectos es m谩s reducida cerca de sitios agr铆colas que tienen mayores concentraciones de neonics en los humedales. Tambi茅n saben, a partir de la evaluaci贸n de la condici贸n del cuerpo de las Golondrinas Bicolor, que las cr铆as que viven m谩s cerca de los campos de cultivo tienen aproximadamente la mitad de la grasa corporal que aquellas criadas en ambientes de pastizales, y que sus padres pasan m谩s tiempo lejos de sus nidos, probablemente en busca de alimento.
Pero esos dos hallazgos no establecen causa y efecto. Por lo tanto, para averiguar si los insectos que llegan a las cr铆as est谩n contaminados 鈹una pieza clave del rompecabezas鈹 Morrissey ha desarrollado otro experimento. Extrae los bolos alimenticios de los buches de las cr铆as de la Golondrina Bicolor y los analiza en busca de 40 pesticidas. Espera tener los resultados al final de este a帽o.
Mientras que Morrissey ha construido su caso de manera met贸dica, un equipo de cient铆ficos holandeses realiz贸 un estudio, , que parece concluyente. Se encontr贸 que las poblaciones de aves que se alimentan de insectos han disminuido en un promedio de 3.5 por ciento por a帽o, una disminuci贸n estad铆sticamente significativa, en zonas en las que el neonic imidacloprid contamin贸 las aguas superficiales, y la disminuci贸n comenz贸 despu茅s de que el qu铆mico se introdujo en los Pa铆ses Bajos a mediados de los a帽os 90.
Seg煤n el informe Estado de las Aves de 2016 publicado por la Iniciativa para la Conservaci贸n de Aves de Am茅rica del Norte, una coalici贸n que incluye a la 探花精选, las aves de los pastizales templados y las aves a茅reas insect铆voras de este continente han disminuido en un 33 por ciento desde los a帽os 70, la disminuci贸n m谩s r谩pida de cualquier grupo de aves. Con estudios de impacto de pesticidas y relevamientos de aves en reproducci贸n realizados entre 1980 y 2003, Mineau determin贸 que un incremento en todos los tipos de pesticidas era, por mucho, la explicaci贸n m谩s plausible para esta disminuci贸n. Nicole Michel, una ecologista cuantitativa con la 探花精选, descubri贸 que las poblaciones de 17 especies de aves cuyas dietas incluyen insectos acu谩ticos disminuyeron en un promedio de 1.3 por ciento al a帽o durante 21 a帽os, debido a varios factores. Puede no parecer mucho, pero Michel se帽ala que se traduce, en un per铆odo de 50 a帽os, en una disminuci贸n del 48 por ciento. "Realmente deber铆a preocuparnos la posibilidad de disminuciones relacionadas con neonics", se帽ala, "ya que las aves tambi茅n est谩n expuestas a otras tensiones".
Fran莽ois Messier cultiva 10,000 acres al noreste de Saskatoon, una mitad dedicada a colza y la otra a cebada y trigo. Pero a pesar de los grandes esfuerzos de los comerciantes de semillas, se reh煤sa a comprar semillas de cebada y trigo tratadas con neonics. "No tengo problemas con el gusano alambre", dice, para referirse al estado larval del cascarudo, que se alimenta de las semillas y los brotes de estos cereales. Pero la colza es otra historia. "No puedo cultivarla sin el neonic. Los alticinos destruir铆an el cultivo en cuesti贸n de d铆as".
Por lo tanto, Messier gasta 10 d贸lares m谩s por libra de semilla de colza de lo que gastaba hace una d茅cada, cuando rociaba un carbofurano para repeler a los alticinos, que ahora se sabe que es extremadamente t贸xico para las aves (se estima que los carbofuranos mataron aproximadamente 91 millones de aves cantoras por a帽o en los Estados Unidos durante su m谩ximo uso en los a帽os 80). jubilado, por su capacitaci贸n y su temperamento, Messier est谩 preocupado por las consecuencias no intencionales. Sabe que los carbamatos son malos para las aves, pero a煤n no tiene pruebas de que sus remplazantes, los neonics, tambi茅n lo son. Comprende que los qu铆micos est谩n llegando a sus estanques, incluso ha persuadido a sus vecinos a que dejen de utilizarlos en la cebada y el trigo. Pero no est谩 listo para renunciar a los neonics completamente. "Quiero que estas empresas desarrollen otros compuestos que sean m谩s respetuosos con el medioambiente", dice. Por ahora, los alticinos lo mantienen ocupado, y los neonics son "muy efectivos para matarlos".
Sin embargo, es posible que el gobierno canadiense solucione el dilema moral de Messier pronto. Debido al riesgo para los insectos beneficiosos, Health Canada propuso una prohibici贸n de todos los usos de imidacloprid en agricultura y una revisi贸n especial de los neonics que recubren la colza, que es una preocupaci贸n global. La Uni贸n Europea ha restringido el uso de tres tipos de neonics, y en los Estados Unidos la EPA ha suspendido cualquier uso nuevo de neonics mientras el organismo eval煤a su impacto sobre las abejas. Mientras tanto, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos, al adoptar un enfoque precavido, est谩 reduciendo progresivamente los neonics en m谩s de 150 millones de acres de tierras p煤blicas, algunas de las cuales se arriendan a agricultores de ma铆z. El Servicio Forestal de los Estados Unidos sigue aplic谩ndolos a alrededor de medio mill贸n de acres (de sus 193 millones) para combatir insectos invasivos que amenazan los 谩rboles.
Aunque los productores agr铆colas de materias primas usa la mayor铆a de los neonics de Am茅rica del Norte, los jardineros y los encargados de 谩reas verdes tambi茅n dependen de ellos. Los viveros tratan las plantas con neonics y los due帽os de casas los utilizan en sus jardines y sus c茅spedes. Pero incluso este uso est谩 disminuyendo: en respuesta a una preocupaci贸n social por las abejas, muchos estados han propuesto prohibiciones al uso residencial de neonics y muchas ciudades han prohibido o minimizado su utilizaci贸n en las propiedades municipales. Lowe鈥檚, Home Depot y otras tiendas de art铆culos de jardiner铆a est谩n evitando estos qu铆micos. Y ScottsMiracle-Gro de ocho de sus productos de la marca Ortho utilizados para tratar flores, 谩rboles y arbustos. "Nuestra decisi贸n no se bas贸 en la ciencia, porque sigue habiendo diferentes puntos de vista", dice el vicepresidente s茅nior Jim King. En realidad, la empresa apuesta a que ser ecol贸gicos es bueno para los negocios.
Morrissey se ha especializado en el estudio del impacto indirecto de los neonics sobre las aves, pero los compuestos tambi茅n tienen efectos directos. Mineau ha demostrado que una peque帽a semilla de ma铆z recubierta de imidacloprid puede matar a un ave del tama帽o de un Arrendajo Azul. McAllister de CropLife reconoce este hallazgo pero no considera que suceda a menudo. Se indica a los agricultores que limpien los derrames r谩pidamente, sostiene, y agrega que las aves que escarban en busca de semillas son "un problema insignificante o inexistente". Morrissey no est谩 de acuerdo. "Las aves se sienten atra铆das a los campos de cultivo", afirma. "Hemos contado m谩s de 20 especies que ocupan, se alimentan y se habit煤an en los campos inmediatamente despu茅s de la siembra. Cuando le consultaron por qu茅 los campos reci茅n sembrados no est谩n llenos de aves muertas, Morrissey cita estudios que revelan que los cuerpos se recogen dentro de las seis horas despu茅s del amanecer.
Para aprender m谩s acerca de qu茅 pasa cuando las paseriformes consumen neonicotinoides, la alumna de posdoctorado de Morrissey, Margaret Eng, captur贸 60 Chingolos Coroniblancos, aves que se alimentan de semillas y migran a trav茅s de Saskatoon por la noche. En un fren茅tico per铆odo de cuatro semanas, Eng evalu贸 la capacidad de los chingolos de orientarse para la migraci贸n, una habilidad elemental que, seg煤n otros estudios, se ve afectada por los pesticidas organofosforados.
Despu茅s de comprobar que sus aves estaban en un estado de , o inquietud migratoria, Eng coloc贸 12 chingolos en una maceta cubierta con tela met谩lica. Luego, mucho antes del anochecer, llev贸 las aves a un campo abierto lejos de luces artificiales, coloc贸 las macetas debajo de videoc谩maras infrarrojas y se alej贸 de su campo visual. Los migrantes libres saltan y luego se alejan volando hacia el norte una vez que baja el sol; las aves de Eng tambi茅n saltaron en esa direcci贸n.
Despu茅s, Eng les dio una dosis oral de imidacloprid a un grupo de aves a un cuarto o un d茅cimo de la dosis letal registrada para el Gorri贸n Com煤n y volvi贸 a llevar a sus aves al campo antes del anochecer. Para ese momento, aunque hab铆an pasado casi tres d铆as, muchas estaban let谩rgicas y hab铆an perdido un promedio de 25 por ciento de su peso corporal. "Eso fue una sorpresa", dice Eng, "porque no busc谩bamos medir la toxicidad, sino los efectos subletales sutiles". Durante las siguientes dos semanas repiti贸 sus pruebas de campo tres veces.
El an谩lisis preliminar de Eng prob贸 que las aves que hab铆an recibido cualquiera de las dosis saltaban en todas las direcciones. Este resultado sugiere que el imidacloprid causa desorientaci贸n, que potencialmente podr铆a retrasar la migraci贸n o alterar la direcci贸n migratoria. "Pr谩cticamente no existe informaci贸n publicada sobre los efectos de los neonics en peque帽as aves cantoras silvestres, lo que limita mucho nuestra capacidad de regular estos qu铆micos de manera segura", explica Morrissey. Los experimentos como el de Eng son "fundamentales para entender los efectos de la utilizaci贸n generalizada de insecticida en la zona de distribuci贸n migratoria de muchas, muchas especies".
El d铆a despu茅s de su visita a los limnocorrales, Morrissey se levant贸 al amanecer para empezar a marcar las Golondrinas Bicolor de otro sitio m谩s. Encantada con la diversidad de patos de cada estanque, se帽al贸 las especies: Pato Cuchara Norte帽o y 脕nade Rabudo, Porr贸n Americano, Porr贸n Coacoxtle; la lista segu铆a... "Est谩n incluso en las depresiones m谩s peque帽as", agreg贸. "Eso es lo que nos interesa, el conjunto. Patos, aves cantoras y golondrinas usan cada estanque, y esos estanques est谩n repletos de invertebrados.
Las depresiones m谩s peque帽as son las primeras en derretirse durante la primavera y generar alimento para las aves", observ贸 Morrissey. "Tambi茅n son los m谩s susceptibles a la contaminaci贸n con neonics porque est谩n en medio de los campos de cultivo o se alimentan con agua de esos campos". Pero a pesar de la importancia de los estanques para el control de las inundaciones, el riego y la recuperaci贸n de las aguas subterr谩neas, seg煤n Morrissey, los agricultores los siguen llenando. Los charcos son un microcosmos de las dos grandes causas de la disminuci贸n de las aves de los pastizales y los insect铆voros a茅reos: el uso generalizado de pesticidas y la destrucci贸n del h谩bitat.
Morrissey atrap贸 y midi贸 aves hasta la hora de la cena y luego emprendi贸 el largo camino a casa. "No digo que los neonics son la 煤nica causa de la disminuci贸n de aves", comenta. "El problema es c贸mo practicamos la agricultura. Estos pesticidas son la ant铆tesis de los principios ecol贸gicos". Y despu茅s Morrissey procedi贸 a delinear un cambio de paradigma agroecol贸gico que optimiza la biodiversidad, limita el cultivo y utiliza qu铆micos sint茅ticos solo como 煤ltimo recurso, lo opuesto a la estrategia de tratamiento de semillas.
A lo largo de su carrera, Morrissey se ha sumido en los detalles, al analizar en detalle el sinn煤mero de efectos de los qu铆micos sobre las aves y otras criaturas. Sin embargo, ahora est谩 empezando a retroceder y abordar las cuestiones sist茅micas. "Durante los 煤ltimos 40 o 50 a帽os los agricultores han escuchado lo que las empresas qu铆micas y de semillas les dicen, en lugar de ser autosuficientes y averiguar qu茅 necesita el suelo", dice. "No podemos seguir as铆: no quiero reemplazar el qu铆mico A con el qu铆mico B. Creo que deber铆amos practicar la agricultura de una mejor manera". Para ayudar a lograrlo, en la actualidad est谩 dise帽ando un programa de investigaci贸n que evaluar谩 m煤ltiples enfoques para disminuir el uso de qu铆micos sint茅ticos en los campos. Si la intensificaci贸n de la agricultura tiene correlaci贸n con la disminuci贸n de aves, como indican muchos estudios, 驴es posible que una reversi贸n incremente las poblaciones de aves y a la vez siga produciendo alimento suficiente?
La camioneta pas贸 rauda junto a escuadrones de silbones, cercetas, 谩nades frisos y somormujos. "Me preocupa que el sistema agr铆cola colapse", dice Morrissey con un tono de cansancio. "Estamos en una l铆nea muy delgada con el cambio clim谩tico, con la salud del suelo. No tenemos tierras suficientes para seguir expandi茅ndonos".
Hizo una pausa y luego volvi贸 a los animales que hab铆an capturado su imaginaci贸n en esos primeros viajes de campo. "La agricultura industrial no contempla a las aves", sostuvo. "Si no tenemos insectos, no tenemos aves. Es tan simple como eso".